Este fin de semana me lo he pasado o bien encima de la moto o bien viendo moto. Y es que todo
empezó cuando nos fuimos mi mujer y yo el
sábado a hacer una
rutita por la sierra, y al final nos salieron 400 km.
Al
día siguiente me fui con mi amigo
Dani y su Bandida a ver el Mundial de
Superbike a
Portimao.

Quedamos en su casa tempranito y sin desayunar para poder hacerlo en ruta, y antes de llegar a Portugal paramos para
hechar gasolina y tomarnos el
colacao.
Allí fue donde le pegue el primer
empujón a la Bandida, que en 60 km no
había cargado aún la
batería.

Llegamos al circuito y lo primero fue ver los alrededores, no muchas motos pero si muchos coches, y tras comprar las entradas cogimos un
autobus que nos llevo a la grada que elegimos.

En la grada muy poquita gente, tan poca que nos costo trabajo encontrar a alguien que nos hiciera una foto.

Para la segunda manga de
Superbike cambiamos de grada, una con más gente y donde las motos se
sentía más cerca.

Hay que decir que el circuito es una maravilla, por la de
toboganes que tiene y por que
practicamente en cualquier sitio se ve bastante. Si
algún día se traen el mundial de
motociclismo , tiene que ser impresionante verlo lleno.
Tras salir de las carreras, enchufamos gas y en poco mas de hora y media estábamos en casa.
Buen día de motos y compañía.